Los cuatro P: padres, profesores, periodistas y políticos


Jessica Hische - Daily Drop Cap

Por Rosa María Torres 

En un texto anterior me referí a Los 3 P: Profesores, Periodistas y Políticos. Agrego aquí un cuarto P fundamental: los Padres de familia.

¿Qué tienen en común Padres de familia, Profesores, Periodistas y Políticos? Mucho más de lo que usted y de lo que ellos mismos creen. Los cuatro P tienen enorme influencia - positiva o negativa - sobre la información, la educación, la cultura, la ideología, los gustos y preferencias, de la población. Los cuatro moldean valores, aptitudes y actitudes, forman opinión, se perfilan como modelos o antimodelos para niños, jóvenes y adultos.

No solo el sistema escolar cumple una función educativa; también la familia, el sistema informativo y el sistema político. De ahí que, si se quiere elevar el nivel educativo y cultural de un país, y fortalecer el desarrollo de una cultura ciudadana, es indispensable una "reforma educativa" integral que incluya no únicamente las aulas sino también las familias, los medios y el sistema político.

No solo los Profesores tienen que ver con la educación: también Padres de familia, Periodistas y Políticos. No solo los Periodistas hacen información y comunicación: también Padres de familia,  Profesores y Políticos. No solo los Políticos tienen poder y toman decisiones que afectan la vida de millones de personas; también Padres, Profesores y Periodistas. No solo la mala educación escolar maleduca o deseduca; también la mala familia, el mal periodismo y la mala política.

Padres de familia Dpadres y madres se ha dicho y dice siempre que son "los primeros educadores". Y así es, en efecto, pero nadie parece creérselo y tomárselo en serio. Si se tomara conciencia del papel crucial que tiene la familia en los aprendizajes fundamentales y perspectivas de vida de niños y jóvenes, tendrían prioridad la educación de adultos, la educación de padres, la educación ciudadana. Se adoptarían medidas y mecanismos para asegurar que las familias asuman del mejor modo su rol educativo, se facilitaría a padres, madres y abuelos no solo acceso amplio a información y conocimiento indispensables, sino su participación efectiva en las decisiones que tienen que ver con la educación escolar de hijos y nietos, con sus aprendizajes desde el nacimiento y a todas las edades.

Profesores  Formal y teóricamente capacitados para la tarea, los Profesores son los encargados de la enseñanza en el sistema escolar, a los distintos niveles, incluyendo la educación superior. De la calidad de la enseñanza depende, en gran medida, la calidad de la educación en las aulas, mucho más que del currículo, la infraestructura o el equipamiento. Los países con los mejores sistemas escolares son aquellos que han priorizado la inversión en los docentes y en su calidad. Finlandia aparece, en este aspecto, como caso estrella a nivel mundial.

Periodistas  La labor de los Periodistas - en cualquiera de sus variantes o medios: radio, televisión, prensa, herramientas digitales - es informar de manera responsable y con la mayor objetividad posible. El respeto por la verdad y el rigor en la búsqueda de información fidedigna y verificable, son considerados principios claves de la labor periodística y de "la escuela paralela" de los medios, como se les ha llamado. La calidad de la información y del periodismo hace a la calidad de la democracia, a la calidad ciudadana y a la calidad de la propia educación de un país. Aunque la calidad periodística no suele considerarse indicador de la calidad educativa (la visión escuelo-céntrica de la educación reduce ésta a educación escolar), debería serlo. La usual separación entre información,comunicación y educación impide ver la imbricación entre ellas: no hay educación sin información y sin comunicación, tanto dentro como fuera del sistema escolar. El término educomunicación apunta a visibilizar y recuperar la necesaria articulación entre ambas.

Políticos  La política lidia con el poder y se ocupa de la gestión de la cosa pública. Asociados a términos como "tomadores de decisiones", "dirigentes", "líderes", los Políticos son actores fundamentales en la (des)información, la (in)comunicación y la (des)educación de la población. Con palabras y con actos, el mal Político desinforma y deseduca, y termina borrando con el codo el presupuesto asignado a la educación, los planes de reforma o los programas y campañas de educación ciudadana (educación en valores, contra el machismo, el racismo, la corrupción, etc.). La indiferencia respecto de la política, y el desencanto crecientemente devenido en indignación, son ya fenómenos mundiales resultado de viejas y nuevas taras de la política reconocibles también a nivel mundial, entre otras: abuso del poder, dobles estándares, nepotismo, clientelismo, populismo, corrupción, mal uso y despilfarro de los fondos públicos, falta de transparencia, prepotencia, autoritarismo, autismo social, impunidad.

Los cuatro - Padres, Profesores, Periodistas y Políticos - son formadores y multiplicadores con enorme influencia sobre mentes y valores de gente de todas las edades y condiciones: los Padres desde el hogar, los Profesores desde las aulas, los Periodistas desde los medios, los Políticos desde las múltiples tribunas y espacios estatales/gubernamentales/públicos habilitados desde el poder.

Profesores y Periodistas deben estudiar para poder ejercer profesionalmente. Los Padres de Familia aprenden a ser padres en la experiencia de serlo, van improvisando en la marcha, como mejor pueden, sin cursos ni títulos. Para Político no se estudia, basta ganar votaciones - no importa cómo -, establecer alianzas - no importa con quién-, contratar asesores mediáticos, invertir en imagen. En todo caso, de los tres P se espera que tengan buen nivel educativo y una amplia cultura general, formación profesional, valores ejemplares, buen manejo de la lengua en lo oral y en lo escrito, en lo posible manejo de una segunda o tercera lengua. En la realidad, no obstante, los P de carne y hueso dejan a menudo mucho que desear: Profesores que no saben enseñar, Periodistas que no saben informar ni comunicar, Políticos que no son ejemplo de nada.

Para Profesores, Periodistas y Políticos son esenciales la credibilidad, la aprobación y la validación social. Los Profesores, crecientemente monitoreados y controlados por los Políticos y las políticas, son hoy obligados a mostrar su valía profesional y su "desempeño" a través de pruebas y puntajes, los suyos propios y los de sus alumnos. Ni Periodistas ni Políticos son sometidos a evaluaciones de sus saberes, competencias y desempeños, aunque deberían. Hasta la fecha, cuando menos, no se aplica a los Padres tests para determinar su "aptitud" o "madurez" parental, aunque ya hay quienes proponen, también para ellos, evaluaciones de desempeño....

No cualquiera puede ser Profesor, no cualquiera puede ser Periodista, no cualquiera debería ser Padre o Político. La crianza, la enseñanza, el periodismo y la política son tareas de gran responsabilidas; requieren entereza moral y ética, empatía, capacidad de análisis, observación y escucha, vocación de diálogo, prseverancia. No obstante, los filtros de selección son tenues o inexistentes. En la política llegan a ocupar altos cargos - presidentes, ministros, congresistas, embajadores, asesores, etc. - sujetos inexperientes que desconocen por completo el asunto para el cual son designados y/o que carecen de la probidad moral requerida. Ahí están asimismo los Periodistas que no saben expresarse oralmente ni escribir correctamente, tienen errores de ortografía, copian, plagian, confunden hecho y opinión, compiten por la primicia antes que por la consistencia de la información. Ahí están también los Profesores que ejercen el oficio con grandes lagunas de conocimiento, dejan de leer y de aprender, son incapaces de inspirar a sus alumnos, contrarían las normas más elementales de la pedagogía.Y los millones de Padres y Madres en el mundo que son analfabetos o que han logrado acceder a unos pocos años de escuela, y que a duras penas pueden asegurar el sustento diario de los hijos.

De la buena familia y de los buenos Padres se espera cuidado, protección, seguridad, afecto, estímulo, ejemplo. De la buena educación y del buen Profesor se espera que enseñen a pensar críticamente, a dudar, a negar verdades absolutas, a reconocer y respetar la diversidad, a aceptar la rápida obsolescencia de la información y del conocimiento. Del buen periodismo y del buen Periodista se espera investigación, veracidad de la información, confiabilidad en el manejo de fuentes. Los Políticos, en cambio, hacen culto de "la verdad" y esperan de los votantes auténticos actos de fe; la lógica y el discurso políticos están plagados de afirmaciones, de promesas sin fundamento, de estadísticas no verificables o susceptibles de otras interpretaciones, de informes de labores exentos de problemas y de autocrítica.

La educación (en el hogar y en el sistema escolar) trabaja para el mediano y el largo plazo; el periodismo y la política responden a la lógica de la inmediatez. La educación y sus cambios toman años, décadas, generaciones. El periodismo se juega en la primicia, en la oportunidad del momento, en el día a día de la noticia. La política apuesta a la obra tangible y a los resultados inmediatos, se mueve con los ritmos y plazos perentorios del poder, de la exposición mediática, de la impaciencia de los electores.

La educación lidia con el conocimiento, el periodismo con la información, la política con la propaganda. El fin último de la educación es construir ciudadanos; a ese fin contribuye también, idealmente, el periodismo. La política no trabaja en función de construir ciudadanía informada sino de ganar votos, simpatías, lealtades, acceso al poder y permanencia en él.

Atrapada entre los poderes, las limitaciones y contradicciones de la familia, el sistema escolar, el sistema informativo y el sistema político, la gente debe abrirse paso buscando espacios y vías propias para transformarse enciudadanía y ejercer activamente ese derecho. 

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